La piel y el cabello de los bebés es mucho más frágil y sensible que la de los niños mayores y los adultos. Su pelo es aún muy fino y delicado, por lo que necesita cuidados especiales. No hacerlo puede ocasionar irritación en el cuero cabelludo o poco crecimiento, pero una de las principales consecuencias es la alopecia.
Estas son algunas de las causas que la propician.
Es indispensable utilizar productos específicos de bebé para lavar el cabello. Los shampoos destinados a los adultos contienen químicos agresivos, que pueden dañar el cuero cabelludo de tu pequeño y causar caída del pelo.
Las diademas, broches y moños también resultan perjudiciales para los bebés, por lo que será mejor dejar los accesorios para cuando tu niño o niña tengan un cabello más fuerte. Además, si quedan muy apretados, le causarán molestias y hasta dolor.
Es común dormir al bebé después de darle un baño. Sin embargo, recostarlo cuando su cabello aún está mojado puede propiciar la alopecia. Lo más conveniente será secar su pelo inmediatamente después de la ducha, con una toalla suave y sin restregarla.
La fragilidad del cabello de los más pequeños puede originar que se enrede con facilidad. Para evitarlo, es recomendable usar un shampoo o acondicionador que ayude a deshacerse de los nudos sin mucho esfuerzo. Recuerda utilizar un cepillo de cerdas muy suaves.
Al peinar a los bebés, su cabello se tensa y provoca un quiebre. Además, hacerlo de manera frecuente ocasionará alopecia. Tampoco es recomendable colocar productos de fijación como gel, crema para peinar o mousse.
Cepillar el cabello de los bebés es muy benéfico. Es una sensación agradable para ellos y estimula la circulación sanguínea, lo que aumentará el crecimiento del pelo. Debe hacerse con un peine o cepillo específico para los pequeños.
Fuente: VIX
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