La primera palabra de Isabella de tres años de edad, fue el nombre de su hermano, Matthew. Él fue diagnosticado con la misma enfermedad que ella, el síndrome de apraxia infantil. Es decir, un trastorno que afecta el habla.
Esta enfermedad produce dificultades en la planificación para mover las partes del cuerpo que forman el habla; como los labios, la mandíbula y la lengua. Esto se traduce en problemas para emitir sonidos, sílabas y palabras.
La familia viajó a la Universidad de Duke donde se habían desarrollado investigaciones con apraxia con resultados positivos.
Decidieron realizar una transfusión de sangre de cordón umbilical a Isabella con sus propias células madre del cordón umbilical.
“El proceso duró menos de diez minutos”, tal como explica el padre. Después de eso, regresaron a su casa de Nueva York. A las 3 semanas su habla mejoró considerablemente.
“Ella no podía decir el nombre de su hermano, Matthew”, dijo Barney. Ahora, puede decir su nombre claramente, e incluso el otro día dijo: “Quiero quedarme en casa con Matthew”.
La evolución de Isabella fue positiva semana tras semana, por lo que cada vez más podía decir nuevas palabras y se hacía entender mejor.
“Mi hija, antes del trasplante, decía alrededor de 1-2 palabras por día y ahora es capaz de decir nuevas palabras y trata de repetir las nuestras. ¡Puede contar hasta diez!”. Esto relata su padre.
La familia Barney conservó las células madre de Isabelle al nacer. Es ese el motivo por el que afirman que los bancos de sangre de cordón umbilical ofrecen mucha tranquilidad a las familias.
Fuente: Parent’s Guide to Cord Blood
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