Descubre cómo los astronautas en el espacio están contribuyendo a avances médicos clave, desde tratamientos contra el cáncer hasta bioimpresión de tejidos humanos.
En marzo pasado, durante una misión en la Estación Espacial Internacional (EEI), la NASA reveló que los astronautas llevaron a cabo más de 200 experimentos médicos en un lapso de seis meses. Esta cifra demuestra el potencial del espacio para encontrar respuestas que puedan salvar vidas.
La investigación sobre salud en el espacio comenzó hace casi 24 años, con el objetivo de garantizar la salud de los astronautas en un entorno remoto, diferente y estresante. La Agencia Espacial Europea (AEE) ha sido fundamental en este campo, buscando entender cómo el cuerpo y la mente humanas se ven afectados por la microgravedad, la radiación y la falta de contacto con seres queridos.
Los astronautas son los sujetos de estudio ideales para la investigación médica, ya que están sometidos a un exhaustivo monitoreo las 24 horas del día durante largos periodos de tiempo. El seguimiento médico y los datos generados han sido de gran valor para la investigación médica, ya que es casi imposible obtener una vigilancia similar en el mundo real.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan los astronautas en el espacio es la pérdida de densidad ósea debido a la microgravedad. Este problema ha llevado a importantes avances en la comprensión y tratamiento de la osteoporosis, una enfermedad que afecta la calidad de vida de millones de personas.
La investigación espacial ha revelado que la acidez del cuerpo acelera la pérdida de masa ósea en la osteoporosis. Esto ha llevado al desarrollo de medidas preventivas, como reducir el consumo de sal o bicarbonato. Además, se ha diseñado un compuesto que protege y estimula el crecimiento de la masa ósea y muscular.
Los ensayos realizados en ratones enviados a la EEI han demostrado que este tratamiento podría ser efectivo para prevenir y tratar la pérdida ósea y muscular en personas en la Tierra.
Expertos coinciden en que la investigación espacial está siendo clave para abordar los grandes desafíos de la medicina actual, como el cáncer y las enfermedades cerebrales.
Ejemplos cercanos incluyen la adaptación de técnicas de análisis de imágenes espaciales para la detección precoz del alzhéimer y el estudio de gliomas y cáncer de colon a través de organoides generados en el espacio.
La medicina regenerativa, basada en la restauración de tejidos y órganos dañados mediante células madre, ingeniería de tejidos y bioimpresión 3D, es considerada el campo más prometedor de la investigación sobre salud en el espacio.
La microgravedad en órbita terrestre baja ofrece un entorno ideal para la generación de células madre y organoides a gran escala, lo cual es fundamental para avanzar en esta área.
Investigadores están enviando células madre al espacio para demostrar que la microgravedad puede mejorar su producción. El objetivo es producir células madre en masa en el espacio para su uso en diversas aplicaciones médicas y lograr avances significativos en medicina regenerativa.
La bioimpresión de tejidos humanos es otro enfoque importante de la investigación médica en el espacio. Se ha descubierto que la microgravedad tiene un impacto negativo en las lesiones cutáneas, lo cual es relevante para futuras misiones espaciales. La posibilidad de bioimprimir tejido dérmico en el espacio podría ser crucial para sellar heridas y garantizar la salud de los astronautas.
En conclusión, la investigación médica en el espacio está proporcionando respuestas que pueden salvar miles de vidas en la Tierra. Los avances en la comprensión de enfermedades como la osteoporosis, el cáncer y las enfermedades cerebrales son solo el comienzo de lo que se espera lograr en el futuro.
Fuente: La Patria
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