Después del parto, los recién nacidos presentan un incremento de noradrenalina, que les lleva a un estado de alerta tranquila, llamado clínicamente periodo sensitivo, lo que les permite el reconocimiento temprano del olor materno y realizan conductas innatas específicas cuando son colocados piel con piel con su madre.
El tiempo deseable de contacto piel con piel sin interrupción, nada más nacer, va desde el minuto 0 a los 120 minutos. Se ha demostrado que existe un tiempo mínimo de 50 minutos y/o hasta 2 horas en los que el recién nacido sano, espontáneamente, gracias a su sentido del olfato, y reptando sobre el vientre materno, deseará y conseguirá un agarre espontáneo al pecho. Y esto ocurre en el 90 por ciento de los bebés sanos en este periodo sensitivo. Pero este tiempo no es indefinido, y pasados esos primeros 120 minutos no se vuelve a repetir.
➣ Disminuye el tiempo de llanto del bebé.
➣ Se consigue antes la estabilidad cardiorrespiratoria.
➣ Tiene un efecto beneficioso en el proceso del vínculo afectivo entre madre-hijo.
➣ Se consiguen antes cifras normales de la glucemia, equilibrio ácido-base y temperatura.
➣ Se produce un mejor enganche al pecho y una succión correcta, facilitando la lactancia materna y su continuación en el tiempo.
➣ Disminuye el tamaño del útero por la secreción de oxitocina y se produce más fácilmente la eyección de calostro.
➣ Hay menos casos de dolor por ingurgitación mamaria.
➣ Existe un menor grado de ansiedad, al ejercer un efecto antiestrés.
El contacto piel con piel se promoverá en aquellas cesáreas y partos vaginales que transcurren en quirófano, en las que no esté comprometido el bienestar materno-fetal y siempre que la madre así lo desee.
Se ofrece a todas las madres independientemente del tipo de alimentación elegido por ellas para sus hijos.
Con información de Ana Ferrer. Supervisora de Paritorio del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares (Madrid)
Fuente: Natalben
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