Es posible que la lactancia te produzca más cansancio de lo habitual. Si además sumamos los continuos despertares, las mil tareas que hay que hacer en casa y la vuelta al trabajo si es tu caso; amamantar a tu bebé puede causarte sensación de agotamiento.
La razón es el aumento de niveles de prolactina; hormona encargada de la producción de leche, que puede causar en la madre cierta sonmolencia y relajación. Si te sientes cansada mientras amamantas, te damos cinco consejos que te ayudarán a aumentar tu energía.
Es muy frecuente que la madre sienta más sed de lo habitual durante la lactancia. Una sed que a veces parece insaciable. Esto se debe a que el organismo pide reponer el líquido que pierde mientras amamantas a tu bebé. Recordemos que el 88% de la leche materna está compuesta por agua.
La deshidratación puede hacer que te sientas fatigada; por lo tanto es importante mantenerte continuamente hidratada para contribuir a la función normal de las células. Ten siempre a mano una botella de agua para calmar tu sed cuando lo necesites y aumenta el consumo de frutas y verduras que contribuyan a la hidratación de tu organismo.
La luz solar contribuye a aumentar la melatonina en tu organismo, hormona que ayuda a evitar la sensación de fatiga, el cansancio crónico, el sueño y la falta de energía.
Por tanto, exponte al sol al menos unos minutos al día. Puedes salir a dar un paseo con tu bebé, siempre protegiéndolo del sol directo y en horas prudentes si es verano, ya que la vitamina D también es buena para él.
Los alimentos ricos en grasa y demasiado azucarados no favorecen en absoluto a aumentar tu energía. Por el contrario, son ladrones de energía.
Para mejorar tu energía y estado ánimo, debes incluir en tu dieta las proteínas procedentes de carnes magras, carbohidratos simples; así como granos integrales, fibra, frutos secos y grasas omega-3, como las que se encuentran en el salmón, verduras de hoja verde y atún.
Cuando te sientes cansada, no quieres hacer nada. Pero al contrario de lo que se cree, mantenerte activa te ayudará a aumentar tu energía. No es necesario que te apuntes al gimnasio si no te apetece. Con solo realizar ejercicio físico moderado, como salir a caminar, montar en bici o practicar yoga, contribuirás a aumentar tu energía.
Parece una obviedad, pero no lo es. Procura descansar siempre que tu bebé te lo permita. Aprovecha a dormir cuando duerma tu bebé, porque si te pones a hacer mil cosas acabarás aún más agotada. Las siestas cortas, aunque sean de 20 o 30 minutos, te ayudarán a reponer energías a corto plazo, lo que te permitirá continuar con las tareas cotidianas con menos fatiga.
Fuente: Bebés y más
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