Es normal sentir fatiga o cansancio en el embarazo durante el primer trimestre. Aquí te enseñamos algunos tips para combatirlo.
Estar embarazada es una experiencia que transforma tu vida en todos los aspectos. No hay duda que el crecimiento de tu pancita es una de las transformaciones más notorias; sin embargo, existen más cambios que experimentarás en tu cuerpo.
Entre estos cambios seguro has notado que tu energía ya no es la misma que hace unos meses. Este cansancio es normal durante la gestación, debido a todas las adecuaciones que tu cuerpo está haciendo para procurar el crecimiento del bebé.
Durante el primer trimestre del embarazo es normal presentar cansancio o fatiga. Recuerda que una nueva vida está creciendo dentro de ti, la cual demanda mucha energía de tu organismo.
Por esta razón, tu cuerpo produce y bombea más sangre para que así se transporte el oxígeno y nutrientes necesarios para el crecimiento del bebé.
Además, para mantener tu embarazo, los niveles de progesterona aumentan. Dicho aumento también influye en tus ganas de dormir, las cuales están presentes mucho más frecuentemente que antes.
No hay que olvidar que toda la experiencia del embarazo puede ser abrumadora, lo cual también influye en tu estado emocional, el cual, invariablemente, también puede propiciar que te sientas más agotada.
Posteriormente, en el segundo trimestre este cansancio se disipa. Es hasta el último trimestre del embarazo que la fatiga regresa, principalmente porque estás cargando un bebé mucho más pesado.
Además, puedes presentar problemas para dormir, acidez estomacal, dolor de espalda, calambres, muchas ganas de ir baño y demás síntomas que en el día a día terminan agotándote. Pero no te preocupes, existen diversas acciones y hábitos que puedes llevar a cabo para que el cansancio no sea tan molesto.
Es importante que procures tus horas de sueño. Intenta irte a la cama más temprano y trata de dormir por lo menos ocho horas diarias. Además, si tienes oportunidad, puedes empezar a tomar siestas cortas de alrededor de 15 minutos durante el día. Tu cuerpo agradeceré estas pequeñas pausas.
Si bien es importante que te mantengas hidratada, evita tomar líquidos en la última hora o dos horas antes de tu hora de dormir. Esto reducirá el número de veces que quieras ir al baño por la noche, lo cual evitará que interrumpas frecuentemente tu descanso.
Asimismo, procura que tus cenas sean livianas y de acuerdo a lo que te haya recomendado el doctor. Las cenas pesadas y con muchos condimentos dificultan una buena digestión y pueden provocarte acidez y malestar estomacal.
Tal vez antes del embarazo tenías tu día lleno de actividades. No obstante, esta bien darse un break y reajustar la rutina. Escoge las actividades más importantes y menos estresantes, y deja en segundo plano las otras.
Esté bien pedir y aceptar ayuda. Tu pareja, tus familiares y amigos pueden ofrecerte sus atenciones o su tiempo para apoyarte con el cuidado de la casa, los niños o cualquier otra actividad que tengas que realizar.
De esta forma tendrás tiempo para ti, para descansar y olvidarte de todo por un rato.
A menos que tu doctor lo haya prohibido, hacer ejercicio de bajo impacto es una excelente forma de activar tu cuerpo y liberar endorfinas, las cuales te harán sentir feliz. Una caminata de 30 minutos o practicar yoga son excelentes actividades para oxigenar a tu cuerpo y activarte.
Sabemos lo molesto que es ir al baño a cada rato. No obstante, es importante que mantengas tu cuerpo hidratado, de lo contrario la deshidratación agravará tu fatiga.
La nutrición durante el embarazo es un aspecto muy importante, no sólo por los nutrientes que recibe tu bebé en crecimiento, también por los que tú necesitas para mantenerte sana.
Lo mejor es que acudas con un especialista para recibir una orientación alimentaria correcta y de acuerdo a tus necesidades.
Fuente: Univision
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