En un avance significativo para la medicina regenerativa, investigadores del Laboratorio de Fotobiología y Bioelectromagnetismo del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en colaboración con el personal del Instituto de Investigación Sanitaria (IRYCIS), han logrado estimular células madre humanas implicadas en la regeneración de tejidos dañados.
Este descubrimiento abre nuevas vías para la mejora de la piel en pacientes con condiciones que dificultan la cicatrización normal, como el pie diabético, patologías vasculares o cáncer.
María Luisa Hernández-Bule, líder del equipo de investigación, ha destacado la importancia de este logro, que no solo tiene el potencial de beneficiar físicamente a los pacientes, sino también de ofrecer un apoyo psicológico significativo durante la fase crítica de finalización del tratamiento y la reconstrucción de sus vidas.
La técnica empleada involucra el uso de dispositivos de radiofrecuencia de INDIBA en tejidos lesionados, promoviendo la proliferación y migración de queratinocitos y fibroblastos, esenciales en la regeneración de la piel.
El estudio ha demostrado que en una etapa crucial de la regeneración de tejidos, se puede inducir la proliferación de células madre mesenquimales, que están presentes en casi todos los tejidos adultos y son capaces de generar distintos tipos celulares de los tejidos diana.
Estas células juegan un papel vital en las tres fases de la regeneración de heridas: inflamatoria, proliferativa y de remodelación.
Las propiedades bactericidas de estas células, junto con su capacidad para aumentar el proceso de fagocitosis, las convierten en una herramienta prometedora para la medicina regenerativa.
La terapia CRET, utilizada en el estudio, también ha mostrado ser efectiva en la proliferación y migración de fibroblastos, procesos fundamentales en la regeneración de la piel que permiten la fibroplasia y la síntesis de la matriz extracelular.
Los resultados de la investigación indican que la tecnología CRET no solo favorece la proliferación de los queratinocitos epidérmicos, sino que también modula su migración, asegurando que la formación del tejido de granulación fibroblástico preceda al proceso de reepitelización por parte de los queratinocitos.
Fuente: Diario Estrategia
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