«Conectando Hermanos” de VidaCel consiste en la donación que realiza una embarazada de la sangre del cordón umbilical de su recién nacido para trasplante de células madre a un hermano enfermo.
Andy (10) y su hermana Eimy (3) son el primer caso de éxito del primer programa de donación dirigida en Chile.
Edith Campos (36) cuenta que todo comenzó en octubre de 2019 cuan do ella y sus tres hijos, de entonces 8, 6 y 2 años, viajaron a Bolivia a ver a un familiar. Un día, su hijo Andy (6) fue al parque y se golpeó la pierna en un resbalín. A las dos semanas, Edith se preocupó porque el moretón se puso muy oscuro. Lo llevó al médico y le dijeron que todo estaba bien, pero ella no quedó tranquila. Andy pasó de ser un niño hiperactivo a estar desanimado todo el día, con mucho sueño y sin ganas de comer, su rostro y cuerpo se llenaron de moretones.
“Le hicieron exámenes, pero todos salían bien. Pasaron los meses y mi hijo empeoraba cada día más, dejó de caminar, bajó 12 kilos, vomitaba todo. Yo estaba desesperada. Queríamos volver a Chile, pero Andy estaba muy delicado”, dice.
En febrero de 2020 llegó el diagnóstico: leucemia linfoblástica aguda. «Nos dijeron que mi hijo tenía sólo el 25% de posibilidades de vivir. Se me vino el mundo encima”, dice la mujer. En marzo de 2020, la familia pudo regresar a Chile. Andy continuó su tratamiento de quimioterapias en Antofagasta y en Santiago. Ahí, Edith conoció a otra mamá que le contó que había tenido que embarazarse para poder donarle las células madres del cordón umbilical a su hijo enfermo para ayudarlo a recuperarse.
“No entendí bien lo que me explicó, pero resultó que a los días me enteré que tenía 16 semanas de embarazo. El doctor me dijo: mire, por algo pasan las cosas, este bebé se aferró a la vida pese alos anticonceptivos y a los sangrados. Cuando le conté a la doctora de Andy que estaba embarazada, ella me recomendó guardar el cordón umbilical. Me dijo que por tener un hijo con cáncer salía gratis y me contactaron de VidaCel, un banco de células madre, para decirme que ellos apadrinarían a Andy”. Eimy nació en noviembre de 2020. En enero Andy fue dado de alta, pero a los dos meses, un examen mostró que el niño tenía una recaída testicular. “Fueron meses terribles hasta que el 12 de septiembre le trasplantaron las células madres de mi hija. En diciembre le dieron el alta. Hoy mi niño está bien en un 80%. Mi hija fue un milagro, le salvó la vida a su hermano. La conexión que tienen es muy linda”.
El caso de Andy, junto al de una niña de tres años que padecía una leucemia mieloide aguda y en marzo de este año recibió las células madres del cordón umbilical de su hermana, son los primeros beneficiados del programa Conectando Hermanos, iniciativa de donación dirigida a cargo de VidaCel, en conjunto con el Pinda, (Programa Infantil de Drogas Antineoplásicas del Ministerio de Salud).
“Partimos del año 2022 y ya tenemos dos pacientes que han usado su muestra con resultados perfectos. Hoy esos dos niños están sanos. Son los primeros casos de éxito”, dice Alejandro Guillof, director general de VidaCel.
El doctor Guillof explica que la leucemia es un tipo de cáncer a la sangre, específicamente en la médula ósea, que se da en los extremos de la vida: en menores de 14 años y en personas mayores de 60.
“En el centro de los huesos están las células que producen los glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos. Esta es una enfermedad que se genera por una alteración en el material genético, que es donde están las instrucciones de lo que las células deben hacer. Cuando se altera este material, las células crecen en forma desmedida en la sangre dejando de cumplir sus funciones. Sin tratamiento los pacientes fallecen”.
El tratamiento habitual es la quimioterapia que frena esta duplicación incontrolada. Un 75% se recupera, pero hay un porcentaje, de más o menos el 20%, que recae a los pocos meses. Esos pacientes habitualmente no responden de nuevo a la quimioterapia. Ahí la única opción es reemplazar la médula ósea. Para eso hay dos caminos: un donante universal de médula ósea o transfusión de células madres del cordón umbilical de un familiar.
“Al ser inyectadas, estas células empiezan a circular por el torrente sanguíneo y llegan donde hay órganos lesionados, en este caso, la médula. Se anidan ahí y empiezan a duplicarse. En un mes generan una médula completa y el paciente se mejora habitualmente, de por vida”, dice Guillof.
“Las mamás en Chile que tengan un niño con leucemia, y queden embarazadas durante el tratamiento de quimioterapia en el sistema público, pueden acceder al programa y guardar las células madres del cordón del recién nacido por si en el futuro el niño queda en el 20% que recae y no mejora con la quimioterapia”.
Fuente: Las Últimas Noticias
Conoce este y otros casos de usos de muestras de células madre almacenadas en VidaCel.
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