La parálisis cerebral es una condición neurológica que afecta el movimiento y la postura de quienes la padecen. Suele ser causada por lesiones en el cerebro en desarrollo, ya sea antes, durante o después del nacimiento. Aunque esta afección no tiene cura, existen terapias como la fisioterapia, la terapia ocupacional y la estimulación temprana, que ayudan a mejorar la calidad de vida de los niños afectados. En los últimos años, ha surgido una línea de investigación que ofrece una esperanza renovada: el uso de sangre de cordón umbilical para tratar algunos síntomas de la parálisis cerebral.
Un estudio reciente publicado en la revista Pediatrics analizó los efectos de esta terapia celular. Se recopilaron datos de 498 niños con parálisis cerebral que participaron en 11 ensayos clínicos realizados en distintas instituciones. El objetivo era evaluar si el tratamiento con sangre de cordón umbilical podía mejorar su función motora gruesa. Los resultados fueron alentadores. Los niños que recibieron esta terapia mostraron avances superiores en comparación con quienes solo accedieron a terapias de rehabilitación.
Las mejoras observadas se relacionaron con el tipo de tratamiento y la dosis administrada. Aquellos que recibieron mayores cantidades de sangre de cordón umbilical mostraron beneficios más significativos. Asimismo, el impacto positivo fue más evidente en niños menores de 5 años. En particular, quienes tenían formas leves de parálisis cerebral (niveles 1 a 3 en la Clasificación de la Función Motora Gruesa) respondieron mejor al tratamiento. Esta información refuerza la importancia de intervenir temprano, cuando el cerebro aún posee alta plasticidad y mayor capacidad de recuperación.
La sangre del cordón umbilical contiene células madre y células inmunitarias que pueden desempeñar un papel clave en la regeneración neurológica. Estas células tienen la capacidad de reducir la inflamación en el sistema nervioso central, un factor presente en muchos casos de parálisis cerebral. Además, se ha observado que podrían contribuir a la reparación del tejido cerebral dañado y a mejorar la conectividad entre diferentes áreas del cerebro. Aunque los mecanismos exactos aún se estudian, los ensayos clínicos no reportaron eventos adversos asociados a este tratamiento, lo que refuerza su perfil de seguridad.
A pesar de estos hallazgos esperanzadores, es importante destacar que la terapia con sangre de cordón umbilical aún no forma parte del tratamiento estándar para la parálisis cerebral. Su uso se limita actualmente a contextos experimentales o clínicos muy específicos. Sin embargo, los resultados del estudio abren la puerta a nuevas opciones terapéuticas. Para muchas familias, esta información podría ser decisiva al momento de considerar la conservación de la sangre del cordón umbilical en el nacimiento de sus hijos.
En VidaCel, seguimos con atención cada avance en el campo de la medicina regenerativa. Sabemos que la investigación científica es clave para ampliar las alternativas terapéuticas disponibles, especialmente en condiciones que, como la parálisis cerebral, impactan profundamente la vida de quienes las padecen y de sus familias. Continuaremos informando sobre las novedades más relevantes para que padres, madres y profesionales de la salud puedan tomar decisiones informadas.
Fuente: El País
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