Hace dos décadas, hablar de medicina regenerativa en Chile era un concepto incipiente, reservado principalmente a publicaciones científicas internacionales. En ese contexto, VidaCel marcó un hito fundacional al convertirse en el primer banco de células madre de cordón umbilical del país, ofreciendo una alternativa concreta para preservar un recurso biológico con enorme potencial terapéutico.
Hoy, 20 años después, celebramos una trayectoria de innovación, excelencia técnica y compromiso con miles de familias que han tomado decisiones preventivas pensando en la salud futura de sus hijos.
Cuando en 2005 se almacenó la primera muestra en VidaCel, la criopreservación de células madre era una práctica novedosa y poco conocida fuera del ámbito médico. Sin embargo, con el paso del tiempo, la evidencia científica comenzó a consolidar su utilidad en trasplantes hematopoyéticos y su investigación en aplicaciones emergentes en neurología, inmunología y endocrinología.
Actualmente, las células madre del cordón umbilical están aprobadas para el tratamiento de 80 enfermedades graves, incluyendo leucemias, linfomas, anemia aplásica, inmunodeficiencias y errores metabólicos.
A lo largo de estas dos décadas, VidaCel ha implementado una serie de mejoras tecnológicas y operacionales que lo posicionan como un referente regional.
-Procesamiento automatizado y en condiciones GMP (Good Manufacturing Practices).
-Sistema de trazabilidad completo, desde la recolección hasta el almacenamiento.
-Protocolos validados por estándares internacionales.
-Cuatro reacreditaciones consecutivas por la AABB, el organismo de referencia mundial en bioterapias.
Esta última acreditación no solo avala la calidad del servicio, sino que coloca a VidaCel en el mismo nivel que los principales bancos de EE. UU., Europa y Asia, siendo el único banco chileno con este reconocimiento.
Hasta la fecha, más de 40.000 familias han confiado en VidaCel para conservar las células madre del cordón umbilical de sus hijos. Además, 16 trasplantes exitosos han sido posibles gracias a estas muestras, aportando soluciones terapéuticas en momentos críticos, además de 45 usos en tratamientos de medicina regenerativa.
Este impacto tangible convierte a la criopreservación no solo en una decisión preventiva, sino en una inversión directa en salud y bienestar.
La medicina regenerativa avanza rápidamente hacia nuevas fronteras: terapias génicas, edición genética, células madre mesenquimales e inteligencia artificial aplicada al pronóstico clínico. En este escenario, VidaCel se proyecta como un actor clave en la integración de ciencia, biotecnología y salud pública, ampliando el acceso a terapias celulares y fortaleciendo su rol como centro de referencia en Latinoamérica.
Las dos décadas de VidaCel no son solo una celebración institucional: son el testimonio de una comunidad científica y familiar que ha crecido en torno a la protección de la vida desde su origen. Cada muestra conservada representa una posibilidad, una esperanza, una decisión informada.
Gracias a quienes han sido parte de este camino. Seguiremos innovando para acompañar cada historia, cada familia y cada avance de la medicina regenerativa.
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