La «hora de irse» suele ser el comienzo de una pesadilla para muchos padres. Eso se debe a que algunos niños tienen bastante dificultad en aceptar tranquilamente el momento de volver a casa. Y por ello expresan ese descontento por medio de berrinches y llanto.
Si este comportamiento te suena familiar, la pediatra Paula Arruda, pediatra web, tiene un consejo para terminar con este complejo momento en público.
Conforme a la profesional, lo ideal es que antes de llamar al niño o niña para irse, los padres le expliquen que tendrá algunos minutos más para terminar de jugar.
Ella alienta a los adultos a contarles a los pequeños que en 5 o 10 minutos tendrán que marcharse. Y además, preguntarles lo que les gustaría hacer antes de dejar el sitio.
Este aviso evita que el pequeño experimente una sorpresa. Paula explica que cuando el adulto advierte al niño, sin previo aviso, que llegó el momento de irse de algún lugar o salir de alguna situación en la que estaba feliz, la frustración que siente es expresada por medio del berrinche.
La especialista también afirma que para para los niños, los juego son un momento único. No se mide por el tiempo, sino por la diversión que genera.
Siendo así, el tiempo que el juego ya duró no es lo más importante; entonces, el hecho de que esté jugando hace 2 horas no es razón suficiente para él como para irse de repente.
Lo fundamental es tener paciencia y entender que las cosas pequeñas del día a día tienen un valor muy grande para ellos.
Fuente: VIX
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