A mi hijo se le cayó el primer diente de leche. Y ahora, ¿qué hago con él? Atrás quedó guardarlos en una cajita por el resto de la vida, porque existen avances considerables acerca de cómo estos dientes de leche que caen en los primeros años, se transforman en salud para la familia.
El primer diente suele caer alrededor de los 5 años hasta los 12, 13 años de edad. Este hecho es todo un evento en la familia, ya que hay historias del Ratón Pérez que por cada diente deja una moneda de oro bajo la almohada de los niños. Y además, de esto puede transformarse en una oportunidad de salud para la familia.
Es muy común que semanas antes de que caigan los dientes de leche, se suelten; y los niños comiencen a sentirse extraños e incluso jueguen con su lengua y el diente que está suelto. Ese es precisamente el momento en que podemos tomar acción y decidir aprovechar todas las potencialidades de la pulpa de los dientes de leche que están por desprenderse. Sobre todo esta decisión hay que tratar de tomarla antes que el primer diente caiga, porque es más fácil prever con antelación su caída. En cambio, los siguientes puede que nos pillen por sorpresa.
La pulpa de los dientes poseen gran cantidad de células madre. Estas están contenidas en distintos tejidos y órganos del cuerpo; principalmente en la médula ósea, el cordón umbilical y también en la pulpa de dientes. Todas éstas son empleadas en terapias celulares para tratamientos diversos de enfermedades, cuyos resultados están siendo avalados mundialmente.
En los últimos años, se han realizado estudios de la pulpa de dientes y su capacidad regenerativa. Producto a las células madre mesenquimales que posee, las cuales se están utilizando en la regeneración del hueso dental, enfermedad periodontal, endodoncia recuperativa; y está en investigación clínica su uso en diversos tratamientos en medicina como recuperar la función neuronal en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular y han sido diagnosticados con discapacidad crónica.
Es importante saber que los beneficios de la pulpa dental se obtienen en el momento de extraer la pieza; es decir, los dientes de leche guardados en una cajita del recuerdo no sirven por haber estado en contacto con el aire y gérmenes externos. Ya han perdido su potencialidad.
Además, para extraer las células madre de la pulpa dental se requiere de un procedimiento no invasivo por un equipo odontológico especializado. Una vez extraída, se llevan a un laboratorio. Allí son expandidas y conservadas para un futuro uso, manteniendo las propiedades de la edad cuando se extrajeron.
Para extraer células madre de una pieza dental, la extracción del diente deberá ser realizada por un odontólogo capacitado. Ellos son expertos en obtener intacta la pulpa dental que no se contamine durante la extracción. Listo el procedimiento, el diente es depositado en un medio de transporte especial. Este permitirá que llegue en las mejores condiciones a VidaCel y dentro de un plazo que no supere las 48 horas.
Fuente: Revolución Mamá
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