Un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha obtenido resultados “muy esperanzadores” sobre el uso de células madre para tratar enfermedades inflamatorias del intestino para las que no hay una solución farmacológica eficaz en la actualidad.
El grupo de investigación NanoBioCel lleva años desarrollando sistemas que permitan usar las células como medicamentos. Y la revista “Biomaterials”, líder en el área de ciencias de materiales y biomedicina, acaba de publicar un artículo con los resultados de una de las líneas de investigación de este grupo de la Facultad de Farmacia.
En concreto se centran en la investigación sobre la terapia celular para el tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales. Este ya está en fase de estudio en modelos animales de colitis ulcerosa, según ha informado la UPV/EHU.
En patologías con un componente inflamatorio, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, se ha observado “un posible efecto beneficioso” de las células madre. Partiendo de esa base, hace ya tres años este grupo de investigadores, liderados por las doctoras Rosa Hernández y Manoli Igartua, comenzaron un proyecto orientado a evitar los problemas surgidos en ensayos clínicos con células madre.
De esta manera, el “potencial” de la terapia celular para tratar esas patologías inflamatorias viene acompañado de contraindicaciones. Por ejemplo, la rápida eliminación de las células del organismo, la posible generación de tumores y su baja capacidad para liberar sustancias terapéuticas.
Este último problema ha centrado la investigación del grupo vasco; y han desarrollado un sistema multifuncional que se ha “probado con éxito”. Todo esto en colaboración con la Universidad de Harvard en Cambridge. Así, el tratamiento además de las células madre, incorpora otros elementos como biomateriales y micropartículas que liberan interferón.
Esto permite una activación prolongada de las células. “Para que liberen de forma sostenida las citoquinas y los factores de crecimiento claves para el tratamiento de esas patologías; además de mejorar la persistencia de las células en el organismo y la bioseguridad de la terapia”. Así lo explica la doctora Hernández.
Este uso de las células madre por medio de sus efectos paracrinos, es decir, usando los factores de crecimiento y citoquinas que esas células liberan, es una opción menos conocida que su uso terapias regenerativas para recuperar por ejemplo un cartílago o reparar un corazón infartado, ha añadido la investigadora.
Fuente: eldiario.es
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