Antes de que te escandalices y desees que nunca te pase la “vergüenza” (sí, entre comillas) de defecar durante el parto, tenemos que revelarte una gran verdad. Defecar durante el parto, ocurre… Siempre, o bueno, casi siempre.
Dar a luz es un proceso maravilloso pero también tiene su lado intenso, doloroso, pegajoso y ¿desagradable? Fluidos, sangre… Y sí, caca, puede acompañar la llegada tan extraordinaria de tu bebé a este mundo.
De acuerdo con la ginecóloga Yvonne S. Butler Tobah de Mayo Clinic, expulsar un poco de heces durante el parto es algo «perfectamente normal y no hay motivo para preocuparse».
Después de todo, tu cuerpo está haciendo un esfuerzo impresionante por traer a un bebé a este mundo que lo de menos es si evacuas un poco o no.
La enfermera y partera Heather y su grupo de compañeras enfermeras de su hospital explican que hacer caca durante el parto no es tan escandaloso como imaginas.
De hecho, es algo que sucede todo el tiempo y no puedes controlarlo ni detenerlo, así que deja de preocuparte y mejor alégrate de que ocurrió. Ya que, de acuerdo con las expertas es un indicativo de que estás pujando bien y tu bebé está a punto de salir.
Es algo bueno. Queremos verlas hacer caca.
Si la frase anterior no te trae un poco de paz y te ayuda liberarte de la tensión que puedes sentir al imaginarte en esta situación, te explicamos un poco más sobre por qué sucede esta fuga.
Ok. Una vez que aceptamos que defecar durante la labor de parto es algo totalmente normal y natural es momento de conocer por qué sucede.
Las hormonas han tenido un papel fundamental durante todo tu embarazo y obvio seguirán presentes durante el proceso de dar a luz.
La liberación de las hormonas conocidas como prostaglandinas ayuda a madurar el cuello uterino para el nacimiento del bebé. No obstante, también puede provocar que los músculos se contraigan y relajen, lo cual, a su vez, resulta en evacuar popo o incluso tener un poco de diarrea.
Por otro lado, la posición en la que esté acomodado tu bebé también puede presionar ciertos puntos de tu cuerpo y ocasionar la expulsión de algunas heces.
De acuerdo con Alix Bacon, partera del Hospital Richmond, cuando el bebé está en la posición de occipucio posterior, es decir, cuando la parte posterior de su cabecita está contra la espalda de la mamá, o cuando sus pompis o pies apuntan hacia el canal de parto es más probable que así se presione el colon, estimule los nervios sacros y se envíe el mensaje al cerebro de que necesitas o estás a punto de hacer popó.
Asimismo, el hecho de pujar para que salga tu bebé también activa los músculos que te ayudan a hacer del baño, por lo que un resultado inminente es que justo suceda eso.
Es muy probable que sea provocada por la presión de la cabeza de tu bebé que ya está a punto de nacer. Es ahí cuando pujar es elemental, ya que minutos después tu pequeñito estará en tus brazos.
Será buena que sepas que saber que el efecto de la epidural no impide que te hagas del baño, pero es probable que al estar insensible de la cintura para abajo capaz y ni te das cuenta que sucede.
Nada grave. Lo único que sucederá es que una enfermera te limpie y continúe con sus otras funciones. Así que respira, puja y no te preocupes.
Fuente: VIX
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