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La depresión posparto y formas de evitarla

Categoría: Embarazo

La depresión posparto es un trastorno que puede presentarse por un conjunto de ideas y sensaciones negativas que se alojan en la mente de una madre luego de dar a luz. El hecho de comenzar a lidiar con las tareas y situaciones que probablemente no estaban en la lista de las “cosas que incluye ser madre”. Esto puede hacer que el proceso se dificulte mucho más.

Para evitar estas sensaciones y no ser una víctima de este trastorno, es muy importante el apoyo de su entorno y las sensaciones positivas que este debe aportarle. A continuación, te daremos algunos tips para ser una madre o padre completamente feliz. Así podrás pasar con creces esta prueba de fuego que en algunos casos pone cuesta arriba el hermoso proceso de ser madre.

¿Cómo aprender a evitar la depresión posparto?

1. No trates de ser una “súper mujer”.

No te dejes llevar por la presión que el entorno ejerce sobre ti. Por más que haya un instructivo de cómo ser una buena madre o “súper mujer”, eso no es posible. La realidad es que eres una mujer normal que acaba de ser madre y se está adaptando de la mejor forma a su nuevo rol y forma de vivir la vida.

2. Escúchate, respeta y valora tus sentimientos.

Cuando decimos “escúchate”,  nos referimos a que no ocultes tus sentimientos con las personas de confianza que te rodean. Tu pareja y familia debe saber cómo te sientes y no creas que eres la única madre en el mundo que lo está viviendo. Se recomienda también unirte a algún grupo de acompañamiento con el que compartan experiencias en torno a la etapa que están viviendo.

Otra recomendación muy importante, además de unirte a un grupo de acompañamiento es que hables mucho con tu pareja si es que la tienes, y si no, con tu familia o amigas de confianza.

3. No a las mudanzas.

No está mal buscar un nuevo hogar cuando necesitas más espacio para el bebé. Pero esto no ocurrirá hasta unos años más. Un bebé en sus primeros meses no requiere de tanto espacio como crees. De hecho, mientras cuente con un lugar donde tener su cunita y un lugar de descanso, puedes estar tranquila.

Las mudanzas provocan un nivel de estrés tan alto; que además de afectarte a ti, podrían incluso perjudicar tu relación de pareja o con tus convivientes. Y claramente esto no suma en lo absoluto al proceso que estás viviendo.

4. Toma un curso de preparación para el parto.

Estos cursos pueden parecer una pérdida de tiempo para algunos. Pero lo cierto es que son una gran oportunidad de unión y comprensión entre tú y tu pareja. Demás está decir que no solo aprenderás cosas respecto al parto en sí, sino también respecto a las sensaciones y emociones que eso conlleva. Además, los asistentes estarán en la misma situación que tú y en el intercambio de experiencia y vivencias tendrán ambos un gran aprendizaje para el proceso.

5. Disfruta y aférrate a la música.

La música nos entrega mucha energía y nos activa el cuerpo y la mente a través de los sentidos. Si esto pasa durante el embarazo, esas buenas energías y distintas sensaciones de placer, alegría o tranquilidad se transmiten al bebé. Esto hará su estadía en tu guatita mucho más placentera. Una vez que el bebé nazca, verás los resultados en su tranquilidad y alegría.

Te recomendamos hacer listas de todo tipo. No necesariamente música infantil, sino también de discos o canciones que quieras compartir con tu bebé y que quieras que las reconozca para siempre. Puedes hacer listas más animadas para cuando el bebé esté despierto. Y a la vez acariciarlo con tus manos, hablarle y buscar una sonrisa de esas que te marcan para siempre.

6. Descansa todo lo que puedas.

Los primeros meses del bebé son un caos y locura absoluta. El pequeño está descubriendo el mundo y tú con tu pareja descubriendo cuánta fuerza y energía pueden gastar en su cuidado. Las 7 u 8 horas de sueño no son más que una ilusión que ves cada día más lejana.

Si se sienten cansados durante el día es muy normal. Y sobre todo en la madre si está en proceso de lactancia. Hay un pequeño que a través de este hermoso proceso te está quitando la energía para nutrirse y crecer fuerte y sano. Por esta razón, la indicación es que aproveches todos los momentos del día en que puedas descansar. Una visita de la abuela a casa; un pase donde todos quieren tener al bebé en sus brazos y son personas de confianza, siempre es una excelente oportunidad para recuperar 2 o más horas de sueño. En esta etapa los platos sucios no importan; que el piso no esté trapeado o que haya un cerro de ropa pendiente para el lavado. Descansa todo lo que puedas y en cada momento que puedas.

7. Mantén una alimentación equilibrada.

Es normal que luego de tener a tu bebé, ya ni sepas a qué hora debes comer tú. Pero debes hacer un esfuerzo y no dejar de alimentarte bien. Tampoco pretendas volver a una dieta estricta o bajar rápidamente de peso para estar en forma. Recuerda que estuviste 9 meses alimentando a otro ser que vivía dentro de ti y el cuerpo no se adapta tan rápidamente a esos cambios.

Lo que sí es muy importante es que lleves una alimentación equilibrada. Por ejemplo consumir al menos 3 lácteos bajos en grasa al día como leche o yogurt para no usar tus reservas de calcio. También pescados grasos como salmón o jurel por su gran aporte en Omega 3. Todo lo que consumes llega a través de la lactancia a tu bebé; por lo tanto, cada vez que comas, recuerda que parte de eso lo estará también recibiendo tu hijo. No pases hambre y trata de tomarte tu tiempo para comer.

8. No renuncies a tu relación de pareja.

Es fundamental que en este proceso ambos estén más unidos que nunca y que el rol de padres no se sobreponga al 100% por sobre su rol de pareja. Estar unidos hará que las decisiones y proceso de crianza sea un total aprendizaje. Y en lo posible, lleno de momentos felices e inolvidables.

Si ya es un hecho que ese ítem se ha escapado un poco de sus manos, siempre es recomendable que acudan a una terapia de pareja con especialización en maternidad o padres primerizos. Nunca es tarde para fortalecer la relación. Y si es necesario, reconstruir la base en la que crecerá su hijo. Hacerlo por el bien de la familia; por la presencia y sensación de seguridad que ver a sus padres felices y unidos le generará.

9. Busca apoyo psicológico.

La ayuda profesional nunca está de más en un proceso como este. Sobre todo considerando que no es nada fácil y que muchas veces la mayor carga psicológica se la lleva la madre. Las alternativas son varias. Puedes acudir a una consulta particular si es que tu tiempo y recursos lo permiten. Lo importante es que si sientes que todos los tips anteriores se te fueron de las manos y te invade una sensación de amargura y tristeza, acudas a un profesional, porque todos esos sentimientos inevitablemente serán traspasados a tu bebé. Y aunque no lo creas, podría afectar a su desarrollo futuro.

Fuente: Nestlé

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