Según datos de unaids.org, en 2022 un estimado de 39 millones de personas vivían con VIH en el mundo, hubo 1.3 millones nuevas transmisiones 2022, y hasta este año, desde el inicio de la epidemia, han muerto más de 40 millones de personas por enfermedades asociadas con el Sida.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se describió y caracterizó por primera vez hace más de tres décadas. Una vez diagnosticado, era una sentencia de muerte, sin embargo, ahora la transmisión del VIH se ha convertido en crónicamente controlable.
En los últimos años, se han reportado casos de pacientes que han logrado eliminar el VIH de su organismo tras recibir un trasplante de células madre hematopoyéticas. Estos trasplantes se realizan para tratar enfermedades hematológicas graves, como la leucemia, que afectan a la producción o el funcionamiento de las células sanguíneas.
El primer caso de curación del VIH mediante este método fue el de Timothy Brown, conocido como el paciente de Berlín, que en 2008 recibió un trasplante de células madre de un donante que tenía una mutación genética que le hacía inmune al VIH. Esta mutación, llamada CCR5Δ32, impide que el virus se una a las células T CD4, que son las principales dianas del VIH. Brown dejó de tomar la medicación antirretroviral y hasta la fecha no ha vuelto a tener rastros del virus en su sangre ni en sus tejidos.
El segundo caso fue el de Adam Castillejo, el paciente de Londres, que en 2016 recibió un trasplante de células madre de otro donante con la misma mutación. Castillejo también interrumpió el tratamiento antirretroviral y desde entonces no ha mostrado signos de reinfección por el VIH.
El tercer caso fue el de una mujer de 66 años, el paciente de Barcelona, que en 2019 recibió un trasplante de dos tipos de células madre hematopoyéticas: células de un donante adulto compatible y células extraídas de la sangre del cordón umbilical. Las células del cordón umbilical también tenían la mutación CCR5Δ32. La mujer dejó de tomar la medicación antirretroviral y 14 meses después no se detectó el VIH en su sangre ni en sus reservorios virales, que son las células infectadas que permanecen latentes y pueden reactivar el virus.
El caso de la paciente de Nueva York, es el cuarto caso documentado de curación del VIH por este método. Este caso tiene una relevancia especial por tratarse de una mujer con ascendencia racial mixta, lo que reduce aún más las posibilidades de encontrar un donante adecuado. Además es la primera paciente trasplantada con células madre del cordón umbilical.
La mujer, de mediana edad, se sometió a un trasplante hematopoyético en el hospital New York-Presbyterian Weill Cornell de Manhattan (Nueva York) debido a una leucemia mieloide aguda que padecía desde 2017. En 2013 se le diagnosticó VIH y no se le retiró la terapia antirretroviral hasta pasados más de tres años tras la intervención. La publicación en la revista Cell ha confirmado que tras el transcurso de 30 meses, no hay rastro del virus.
El paciente de Ginebra, un hombre que se curó de una leucemia agresiva y también de la infección por VIH gracias a un trasplante de células madre de un donante compatible, es el quinto caso. Después de vivir con VIH durante más de 30 años, desde que recibió el trasplante y dejó de tomar la medicación antirretroviral, el paciente no ha mostrado signos de tener el virus en su sangre ni en sus reservorios.
Estos casos demuestran que el trasplante de células madre hematopoyéticas con la mutación CCR5Δ32 puede ser una estrategia efectiva para eliminar el VIH del cuerpo.
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