Una de las primeras interacciones especiales ocurre cuando tu bebé reconoce su nombre. Este logro sucede entre los 5 y 7 meses. Durante esta etapa, la capacidad de atención del bebé mejora significativamente, asociando sonidos con objetos y actividades.
Entre los 5 y 7 meses, el cerebro del bebé comienza a conectar sonidos familiares con experiencias. Aunque aún no comprenda el significado, asocia el sonido de su nombre con algo positivo. Si dices “oso” y muestras un peluche, el bebé asocia el sonido con el juguete. De manera similar, si lo llamas por su nombre y le sonríes o abrazas, aprende que esa palabra lo identifica.
Para los 9 meses, la mayoría de los bebés responden claramente cuando escuchan su nombre. Entienden que se les está llamando y comienzan a relacionarlo con su identidad. Este hito es clave en su desarrollo emocional y social, marcando una etapa inolvidable para los padres.
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