El corazón bombea la sangre que circula por todo el cuerpo y lo hace repitiendo continuamente la contracción y relajación de su musculatura.
Cuando un vaso sanguíneo se obstruye o cuando se daña por completo o en parte la musculatura cardiaca, es posible emplear células madre humanas en terapias clínicas.
El uso clínico de las células madre mesenquimales derivadas de médula ósea humana se ha ampliado en épocas recientes. Pero el porcentaje de fracasos de las células madre trasplantadas en el corazón ha continuado siendo un problema.
Un equipo internacional integrado por especialistas de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH) en Corea del Sur, el Hospital Santa María de Seúl en Corea del Sur y la Universidad de la ciudad de Hong Kong en China, ha desarrollado lo que se puede describir como “un parche cardiaco con biotinta”.
En los experimentos realizados, este mejoró la funcionalidad de las células madre para regenerar los vasos sanguíneos. Lo que a su vez mejoró la zona afectada por un infarto de miocardio.
El equipo de investigación, que incluye, entre otros, a Jinah Jang, Sanskrita Das, Seungman Jung, Hun-Jun Park, Bong-Woo Park, Soo-Hyun Jung y Kiwon Ban, se valió de células madre mesenquimales con expresión de factor de crecimiento hepatocitario modificadas genéticamente (HGF-eMSC, por sus siglas en inglés) desarrolladas por SL Bigen. Co., Ltd., para elaborar biotinta dispuesta en un parche. Con el trasplante del parche a un corazón dañado, la nueva terapia fue puesta a prueba.
Jang y sus colegas han denominado a esta nueva estrategia “condicionamiento in vivo”.
El equipo comenzó por manipular genéticamente células madre mesenquimales derivadas de médula ósea humana para lograr la producción del factor de crecimiento hepatocitario de manera consistente a fin de mejorar el potencial terapéutico de las células madre.
Las células HGF-eMSC fueron entonces mezcladas con células madre mesenquimales derivadas de médula ósea humana para preparar la biotinta. Los científicos trasplantaron el parche cardíaco con esta biotinta a los músculos del corazón afectados por el infarto de miocardio.
Considerando la cantidad limitada de células que podían ser transferidas, usaron la biotinta de la matriz extracelular. Esta es derivada del corazón. Y con ella se fabricó un parche cardíaco.
Las células implantadas en un parche sobrevivieron más tiempo in vivo. Y tuvieron más miocardiocitos supervivientes que cuando solo se recurrió a células madre mesenquimales derivadas de médula ósea humana.
Esto se debió a que la secreción de citoquina, que ayuda a la formación de vasos sanguíneos y al crecimiento celular, se maximizó y permitió el suministro de nutrientes con fluidez suficiente como para promover la regeneración vascular. Así como mejorar la supervivencia de los miocardiocitos.
El equipo de investigación anticipa que este nuevo método podría ser un gran avance en el tratamiento del infarto de miocardio, ya que las células madre implantadas mediante células HGF-eMSC finalmente mejoraron la regeneración vascular en la zona afectada por el infarto de miocardio.
Fuente: Noticiasdelaciencia.com
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