La placenta es un órgano extraordinario que sostiene el desarrollo del bebé durante nueve meses. Desde el inicio del embarazo, regula el transporte de nutrientes, oxígeno y hormonas esenciales. Pero investigaciones recientes han revelado algo aún más sorprendente: la placenta se comporta de manera distinta según el sexo del bebé. Este hallazgo refuerza nuestra comprensión del embarazo y nos invita a mirar con más atención las diferencias biológicas desde el inicio de la vida.
Un artículo publicado por Parents Guide to Cord Blood recopiló investigaciones que exploran esta diferencia funcional. Se ha observado que las placentas que sostienen fetos femeninos tienden a activar más genes relacionados con la inmunidad. Esto sugiere que podrían responder mejor a infecciones y a ciertos tipos de estrés biológico. En contraste, las placentas de varones priorizan rutas asociadas al crecimiento celular, posiblemente para favorecer un desarrollo más acelerado en ciertas etapas.
La placenta no solo protege al feto, también adapta su respuesta al entorno materno. Si hay estrés, inflamación o infección, la forma en que la placenta reacciona puede cambiar según el sexo del bebé. Esta respuesta diferencial podría tener implicancias en el riesgo de parto prematuro, complicaciones gestacionales o tolerancia al estrés intrauterino. Estos hallazgos abren nuevas líneas de estudio sobre medicina fetal personalizada.
Además de su rol biológico durante la gestación, la placenta contiene un tipo de células madre con alto potencial terapéutico. Estas células, similares a las del cordón umbilical, pueden utilizarse en medicina regenerativa. Tienen la capacidad de diferenciarse en diversos tipos celulares y apoyar procesos de curación en enfermedades graves. Las diferencias biológicas entre placentas también podrían influir en el comportamiento de estas células en terapias futuras.
Conservar los tejidos del nacimiento permite acceder a una reserva biológica única. Las células madre extraídas de la placenta tienen bajo riesgo de rechazo y gran versatilidad. Por eso, cada vez más familias optan por la criopreservación de estos elementos al momento del parto. Comprender cómo varía la placenta según el sexo del bebé también puede ayudar a personalizar mejor su uso en tratamientos futuros.
En VidaCel, estamos comprometidos con difundir información que contribuya al conocimiento de la biología prenatal. Sabemos que la placenta es mucho más que un órgano de apoyo. Es una fuente de vida, salud y posibilidades. Promovemos su estudio y conservación para que cada nacimiento abra también una puerta a la medicina del mañana.
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