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El primer contacto piel a piel con tu bebé y los beneficios de esta práctica

Categoría: Embarazo

El nacimiento de un bebé marca un hito emocionante y trascendental en la vida de una madre. Después de nueve meses de gestación, por fin puedes ver y tocar a tu hijo, estableciendo un vínculo afectivo que puede fortalecerse mediante el contacto piel a piel. Esta práctica, que implica colocar al bebé desnudo sobre el pecho de la madre, ofrece múltiples beneficios tanto físicos como emocionales para ambos.

Beneficios del contacto piel a piel

El contacto piel a piel no solo es reconfortante, sino que también promueve lo siguiente.

Lactancia materna facilitada: Estimula la producción de oxitocina, la hormona clave para la eyección de la leche materna y la contracción uterina. El bebé puede oler y sentir el pecho de la madre de forma natural, facilitando la lactancia y fortaleciendo el vínculo entre ambos.

Regulación de la temperatura: El calor corporal de la madre ayuda al bebé a mantener una temperatura adecuada, previniendo la hipotermia. Además, reduce el estrés del bebé, mejorando su estabilidad cardiaca y respiratoria.

Adaptación al entorno: Permite al bebé sentir la presencia materna, escuchar su voz y su latido, lo que le transmite seguridad y confianza en su nuevo entorno.

Desarrollo cognitivo y emocional: Favorece la liberación de endorfinas, estimulando el crecimiento de conexiones neuronales y potenciando el desarrollo sensorial, cognitivo y emocional del bebé.

Vínculo afectivo: Facilita el apego, fortaleciendo la relación de amor, cuidado y protección entre madre e hijo. También mejora el estado de ánimo materno, reduciendo el riesgo de depresión postparto.

Práctica y beneficios continuos

El contacto piel a piel puede comenzar desde el mismo momento del nacimiento, siempre que no haya complicaciones médicas que lo impidan. Esta experiencia puede prolongarse durante las primeras horas y días de vida del bebé, involucrando también al padre u otros familiares cercanos.

El contacto piel a piel es una forma natural y efectiva de cuidar al bebé, fomentando una relación de amor y armonía con la madre. Es una oportunidad valiosa para iniciar un camino lleno de afecto y crecimiento mutuo desde el momento en que el bebé llega al mundo.

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