Cuando amamantas (periodo de lactancia), el bebé recibe todo lo que tú comes, tanto como minerales, vitaminas y todo lo que necesita para desarrollarse y crecer.
Por eso, lo que tú ingieres durante este tiempo, al igual que durante el embarazo, es fundamental.
Entonces aquí te damos datos que te serán muy útiles.
Lo ideal es que tengas una dieta balanceada, rica en frutas y verduras de la estación, dividida en cinco raciones diarias. Mientras menos restricciones tengas, más equilibrada será tu dieta.
Por lo que se recomienda comer un poco más de lo que comer habitualmente, aunque no debes sobrepasar las 500 calorías extras diarias. Además, ¡este proceso te dará más hambre!
La leche materna está compuesta, principalmente, de agua, por lo que es fundamental que tomes al menos dos litros de agua diariamente.
C, A, D, E, B1, B2 y ácido fólico para que tu bebé las vaya absorbiendo.
Por lo que es recomendable incluirlos en tu dieta. Además, son una importante fuente de calcio, que es necesario para evitar que tu cuerpo se debilite durante esta etapa.
Debes incluir en tu dieta alimentos que contengan yodo.
A tus comidas, incluye carnes, huevos, cereales integrales, legumbres, sardinas, anchoas, almejas, espinacas o acelgas.
Si bien algunos alimentos pueden variar el sabor de tu leche, esto ayudará a que tu bebé acepte de mejor forma la comida que tengas que darle cuando sea el momento indicado.
Tiene alguna reacción como vómitos, diarrea o erupciones en la piel, entonces consulta con el pediatra pues tu pequeño podría tener intolerancia a algún nutriente.
Si amamantas a tu pequeño, ¡nunca olvides que él se estará alimentando de lo que tú comas! Por eso es importante que tomes total consciencia acerca de qué alimentos privilegiar por sobre otros.
Fuente: Infanti
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