La constelación maternal, es una organización mental temporal que reorganiza todos los aspectos en la vida de la madre. Es de duración variable y se constituye como el eje principal de su vida psíquica.
Durante el embarazo comienza a gestarse al ritmo de la gestación de nuestro hijo. Sin embargo, es cuando nuestro bebé nace que aparece en todo su esplendor. ¿Has oído hablar de la constelación maternal?
La constelación maternal es un estado de la vida mental única. Es un estado diferente del psiquismo y que tiene como razón de ser el convertirse en “capaz de cuidar a su hijo” psíquico. Esta constelación, como un nuevo ordenamiento o configuración de la identidad de la mujer, tiene como fin el ser capaz de lograr que el cachorro humano sobreviva. Y tiene que ver con una redefinición de “quién he sido hasta ahora”. Esta nueva estructura nos provee de la capacidad de responder atingentemente a las necesidades emocionales del bebé.
La constelación maternal y la redefinición de quién soy; eso es lo que hace que nos sintamos distintas luego de tener una guagua. Ese momento en que todo lo percibimos de manera distinta; ya que trae consigo una nueva forma de actuar, de ser y de sentir. Con cada niño nace una nueva madre, porque junto a ella aparece la constelación maternal. La redefinición de la identidad, la configuración nueva del psiquismo en torno a la guagua genera la aparición de una nueva etapa en la vida de la mujer.
La constelación maternal tiene como fin que seamos capaces de sintonizar con las necesidades de la guagua. Entender qué es lo que necesita y brindárselo en la medida que las necesidades vayan apareciendo. Con este fin, la nueva organización psíquica hace que sintamos lo que nuestro bebé siente. Tiene que ver también con la fusión emocional que se experimenta con nuestro hijo.
Esta nueva sensibilidad va a permitir que entendamos, además, los estados emocionales de nuestra guagua. Interpretar su llanto y el porqué de las reacciones de nuestro bebé. Es por esta razón que en esta etapa estaremos más sensible al medio. Comprenderemos las señales del entorno con mayor precisión y miraremos con nuevos lentes todo y a todos. Esta etapa suele ser de resignificación de nuestros vínculos amorosos, amistosos, familiares. Y de que podamos conectar con nuestra propia historia, repasando nuestras sensaciones de infancia también.
Así como la mamá percibe al bebé, el bebé nos percibe a nosotras. Y así, en fusión emocional, sentimos lo mismo. ¡No es un traspaso! Es parte de la constelación maternal que nos mantiene en plena sintonía para responder a nuestro hijo.
Muchas veces, desde afuera, cuando quienes nos rodean no comprenden bien lo que pasa con el nacimiento del bebé, se nos tilda de “extrañas”, de estar bajo los efectos del “desorden hormonal”. O se nos indica que nos estamos “volviendo locas” y que estamos “deprimidas”. Hay que diferenciar muy bien esto último, porque muchas veces son solamente los cambios que la maternidad conlleva en lucha con la mujer que fui. Casi como un conflicto adolescente. Es mejor dejarse llevar muchas veces y pedir empatía de la pareja o de quien nos acompañe. Todo esto está configurado para la sobrevivencia de nuestra guagua y un mejor desarrollo emocional.
Las madres estamos vulnerables al contexto porque, a pesar de la fortaleza que implica esta etapa, nos quedamos un poco a la deriva cuando nadie nos contiene o nos entiende. Es por eso que debemos rodearnos de quienes nos cuidan y quieren tal como somos.
Buscar espacios que nos hagan sentir felices, plenas y tranquilas para lo maternal. Rodearse de otras madres siempre es beneficioso porque a todas nos pasa lo mismo. Vemos en la otra el apoyo en términos de comprensión. La otra no juzga, porque se siente igual que tú.
Ahora que ya conoces lo que produce la constelación maternal en nuestras emociones y en nuestras percepciones, puedes entender que lo que te pasa es normal. Y si quieres que te entiendan un poco más, muéstrale esta nota a quien quieras; de esta manera podrán acompañarte sin juzgar los cambios, entendiendo que es beneficioso para el ser humano que sientas lo que sientes.
Nuestro rincón busca acompañarte. Déjanos tus sugerencias y mensajes bajo este post.
Escrito por: Psicóloga Varinia Signorelli
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