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¿Qué hacer con los celos y los hermanos mayores?

Categoría: Crianza

Estamos acostumbradas a escuchar que el segundo hijo viene a quitarle espacio a los niños más grandes. Y que tener celos es normal. También algunas personas dicen que es normal que los niños más grandes presenten sintomatología asociada al nacimiento del hermano menor. Todas estas creencias, y particularmente nuestras propias vivencias como hermano mayor, pueden generar gran preocupación en nosotras. E incluso angustiarnos un poco la idea del nacimiento de nuestro segundo hijo.

Muchas veces estamos planificando un embarazo luego de haber tenido hijos. Otras veces nos enteramos y nos toma por sorpresa la llegada de un segundo hijo. Si bien puede generar mucha alegría y emociones positivas, la llegada de un segundo hijo nos abre una interrogante. ¿Qué pasará con mi hijo mayor?

Todas estas dudas son completamente normales. Y tocaremos este tema para que puedas tomarlo con tranquilidad y entender un poco más sobre este proceso.

Celos de hermano mayor

En general, los niños se adaptan bien a los cambios. Siempre y cuando los preparemos para estos y podamos anticipar lo que va a pasar en la rutina y el entorno cercano de los niños. Lo que pasa con el hermano menor es que nadie le dice la verdad al niño en términos de lo difícil que podrá llegar a ser.

En general les decimos que es maravilloso tener un hermano. Que tendremos a alguien con quién jugar. Hasta que te traerá un regalo. Pero omitimos todos los otros sentimientos reales que pueden aparecer y que son normales.

“Tener un hermano es difícil porque a veces vas a sentir que no te quiero porque tendré que pasar mucho tiempo cerca de él porque me necesitará porque es pequeñito; igual como tú me necesitaste al nacer”. “Trataremos de hacer cosas juntos sin tu hermano menor cuando nazca, pero al principio será difícil porque dormiremos poco y tendré que preocuparme de él; igual como me preocupé de ti”.

Anticipación

Sin embargo es importante que anticipemos lo que sucederá. “Por eso van a venir los abuelos a acompañarnos, para que te vayan a buscar al jardín o te lleven a pasear”. “Tener un hermano es muy lindo porque tendrás un compañero de juegos. Pero al principio las guaguas no saben jugar, vamos a esperar un poco y podrás enseñarle”.

Es importante también validar sus emociones. “A veces te gustará que esté acá y otras veces vas a querer los días en los que eras hijo único. Eso es normal; a todos nos pasa que a veces queremos que nuestro hermano no esté, para pasar tiempo exclusivo con la mamá o el papá”.

Podemos contarle también la experiencia con nuestros hermanos menores. “A mí también me pasó eso cuando era chica y al principio me costó. Después ya se me pasó y jugábamos mucho”.

Vínculo familiar

En general, cuando los niños se sienten seguros del vínculo con los padres, y hay seguridad del cuidado y de la entrega frente a lo que necesito, no tienden a sentirse “celosos” con la llegada del hermano menor. Cuando hemos pasado menos tiempo con ellos o hemos estado poco disponibles en sus necesidades, la llegada de un hermano puede ser vista como amenaza. Eso es porque: “Si ya me dan poco tiempo, entonces ahora el poco tiempo será para el bebé”.

Si logramos preparar el terreno para la llegada del hermano, de manera genuina y sin mentiras el niño, percibirá eso y podrá sentirse más relajado ante la llegada. También sabrá qué sucederá con él y quién lo cuidará. Este es un miedo genuino que pueden sentir los niños si no saben quién estará a cargo. O si no conocen a la figura adulta que los cuidará mientras los padres estén dedicados al nuevo integrante.

Luego de explicarles lo que puede pasar, el niño podrá poner en palabras con mayor facilidad sus sentimientos. Esto en caso de sentirse triste o poco querido porque ya abriste el espacio para ese dialogo; sin que se sienta mala persona o extraño.

Otras implicaciones

A veces la sintomatología asociada a la llegada del hermano tiene sola relación con la ambivalencia de sentir cosas feas hacia alguien que debería querer y que quiero a ratos. Cuando los niños logran integrar sus sensaciones y sentimientos sin culpa y con padres cercanos para regularlos, entonces no es tan difícil el proceso para ellos. “Nunca es tan difícil si tengo un adulto que me quiere y me entiende cerca”.

Por último, me gustaría agregar que hay que tener mucho ojo en no echarle la culpa a los hermanos menor por los cambios de conducta de los mayores o por problemas que puedan aparecer en ese periodo.

Mirar al hermano menor como causante en primera instancia de dificultades o regresiones, puede hacernos perder el foco en otros eventos estresantes o gatillantes de dificultades. Y que por mirar al hermano menor, podríamos dejar pasar no permitiendo una adecuada intervención para solucionar el problema y ayudar a nuestro hijo tempranamente.

Escrito por Varinia Signorelli.

Una respuesta a “¿Qué hacer con los celos y los hermanos mayores?”

  1. Cristina dice:

    Muy bueno.mi hijo esta en esa etapa.el tiene 8 años y su hermano 2 y se siente que su hermano le ha quitado mi atencion hscia el.le explico que el es el reflejo de su hermano cuando tenia su edad.esta con sicologo

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