Después de ser madre, la palabra rutina adquirió un significado especial para nosotras. Seguir una rutina familiar por las noches, por ejemplo, un baño, la cena, un cuento y a la cama, le transmite seguridad al bebé y promueve un descanso tranquilo. Las rutinas, sin duda, suponen un desafío, desde generarlas, seguirlas y entenderlas como algo positivo.
Una nueva razón para generar y seguir una rutina familiar es el beneficio descubierto por un grupo de investigadores que analizaron los datos de una encuesta a niños y sus familias en relación con el desarrollo infantil y la preparación en la escuela.
Según publica Reuters, los investigadores hallaron que los niños en edad escolar que cantan, cuentan historias y cenan con sus familias de forma rutinaria son emocionalmente más fuertes y socialmente se vinculan mejor que los niños que no tienen estas rutinas. Además, ayudan a desarrollaron habilidades cruciales para el éxito académico.
La investigación se basó en los datos de 8.500 niños y sus familias. Fueron estudiados desde su nacimiento, en 2001, hasta su ingreso al jardín de infantes. Para el estudio era relevante saber con qué frecuencia los niños seguían al menos cinco rutinas diarias.
Encontrar el equilibrio entre establecer una rutina que sea práctica y efectiva y que no sea tan rígida que termine desmotivando a la familia, es difícil. Los siguientes consejos te podrían ayudar.
Es importante que los hijos, sobre todo en edad escolar, lleguen a casa a encontrarse con algún familiar o adulto responsable. Cuando llegan a una casa vacía aumenta el riesgo de que sientan ansiedad o haya un mal comportamiento.
La comida, merienda o cena debe de ser un momento importante para la familia. Tan seguido como sea posible, deben comer juntos en la mesa del comedor. O en el lugar en el que se reúnan a ingerir sus alimentos, sin la distracción del radio, ni la televisión.
Algunas mamás aprovechan la tarde para bañar a los más pequeños. Un baño puede ser relajante para algunos niños y vigorizante para otros. Observa a tus niños y checa cuando te funciona mejor la hora del baño.
Los niños necesitan una hora regular para irse a la cama. Si tu hijo no tiene sueño, está bien que no duerma. Pero debe saber que es la hora de ir a la cama y debe permanecer en la cama hasta que le de sueño. Los rituales para dormir como contar un cuento o escuchar una melodía tranquila ayudan a conciliar el sueño y relacionar la hora con un momento de tranquilidad y relajación.
Toma en cuenta que, aunque la convivencia familiar es importante, también deben de propiciarse tiempos para estar solos y tiempos para la pareja. Es importante que los adultos de la casa puedan tener un tiempo para sí mismos. Esto también les enseña a los más pequeños que el autocuidado y el tiempo personal son importantes.
Fuente: VIX
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