Durante el embarazo es frecuente que las encías se resientan. Especialmente cuando la futura madre ha tenido antes de quedarse embarazada algún problema al respecto. El síntoma más común con el que la embarazada puede comprobar que algo no funciona como debiera en su dentadura es el sangrado de las encías.
¿Es tu caso? No lo dejes. Si notas que tus encías han empezado a resentirse ataja el problema cuanto antes. De lo contrario el problema podría afectar a los tejidos que soportan los dientes y derivar, en el peor de los casos, en alguna pieza dental.
Entre los principales síntomas de que algo no está yendo como debiera en tu dentadura podrás detectar los siguientes.
– Ver que tus encías están enrojecidas e inflamadas.
– Apreciar sangrado durante las comidas, cuando te cepilles los dientes o durante las horas de sueño.
Es posible que también percibas que se ha formado un absceso sobre tu encía, concretamente entre las raíces de dos piezas dentales.
– En los casos más graves, cuando el hueso ya ha iniciado su deterioro, incluso puedes llegar a notar el movimiento del diente que haya resultado afectado.
Si has notado que alguno de los síntomas anteriores te ha sucedido, es muy importante que decidas atajar lo antes posible el problema. ¿Sabes cómo? Te damos algunas indicaciones.
– Las mejores aliadas de una boca sana son una dieta equilibrada y una buena higiene bucodental.
– Es importante limpiarse los dientes después de cada comida con un cepillo de cerdas no duras.
– Durante la gestación, la mujer ha de seguir con sus revisiones periódicas de la boca; naturalmente, tendrá que informar al odontólogo de que está esperando un bebé.
– Si es necesario que tome algún fármaco (antibiótico, analgésico, etc.), el especialista le indicará uno que no dañe al feto.
– Conviene evitar el tabaco y el alcohol porque dañan al feto y, además, empeoran el estado de las encías. También el estrés es perjudicial.
Fuente: serpadres.es
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