El arte indio de masaje para bebés y niños se conoce como Shantala, desde que el ginecólogo y obstetra francés, Frédérick Leboyer, realizó un viaje personal a India, en torno a los años de los ’70, donde pudo contemplar las ordenadas y precisas secuencias de movimientos y masajes con que una madre acariciaba a su hijo sentada en el suelo de las calles de Calcuta.
Shantala se llamaba aquella mujer, cuya imagen fue registrada por el médico en fotografías y videos. “La técnica era tan poderosa que solucionaba de un modo efectivo, afectivo, armonioso y holístico la esencia del trauma del nacimiento”, subraya.
Así decidió dar a conocer en occidente arte tradicional, cuyo origen en India es ancestral y se pierde en el tiempo, pero es muy popular y extendido en ese país; y está siendo valorado cada vez más en Europa y América Latina como una herramienta trascendental para la pediatría y la obstetricia.
María Paz Papic o Ravidass Kaur, que es instructora de yoga pre y post natal y educadora de masaje para bebés y niños, del Centro Agni Yoga de Las Condes, donde se dan talleres de maternidad, masaje para bebés y se imparten clases de posparto con bebés.
Ravidass explica que “el tacto es el primer sentido que los bebés desarrollan en el vientre, por tanto, el masaje para bebés surge como una efectiva técnica que fomenta el apego seguro y otorga una base sólida para la relación madre/padre-bebé”.
“La técnica ayuda al desarrollo de todos sus sistemas corporales y a la tranquilidad y relajo”, agrega Ravidass, quien además es doula y realiza talleres a través de Fundación Mujer de Luz, que comparte enseñanzas del kundalini yoga de manera gratuita a mujeres en situación de vulnerabilidad.
“Nuestra experiencia al enseñar estas técnicas es muy positiva. Vemos cómo los padres se empoderan y adquirien herramientas útiles y efectivas para aliviar ciertas dolencias de sus bebés, como el estrés y los cólicos. También surge una instancia de esparcimiento diferente en la familia y se encuentran a través de miradas y sonrisas, se relajan y disfrutan. Es una experiencia de tacto nutritivo y fortalecimiento de la comunicación no verbal”, agrega Ravidass Kaur.gui
Para comenzar se recomienda que el bebé se haya alimentado al menos media hora antes. El masaje se puede realizar en cualquier momento del día, pero resulta ideal en una rutina diaria que incluya hacerlo previo al baño.
Es clave que el masaje sea una instancia sea agradable para ambos. “Los bebés tienen diferentes estados de comportamiento durante el día, hay que buscar que estén tranquilos y su disposición sea más receptiva, ya que este es el momento ideal para hacer el masaje. Nunca se debe forzar, si muestra señales de rechazo. Además, siempre se puede volver a intentar en otro momento”, subraya Ravidass.
También es importante que uno también esté en un estado emocional tranquilo. “Los bebés son muy receptivos, así que antes de nada procure relajarse un momento haciendo algunas respiraciones largas, lentas y profundas. Una vez en calma, será más fácil conectar con el bebé y en señal de respeto es importante comunicarle que le realizarás un masaje”.
Para favorecer la fluidez del movimiento, frote las manos con aceite vegetal prensado en frio, que tiene múltiples propiedades nutritivas. Para comenzar, siéntese en el suelo con las piernas estiradas y coloque al bebé boca arriba encima suyo.
Comience el masaje poniendo ambas palmas al centro del pecho del bebé, que se van separando siguiendo la dirección de las costillas, como si alisara las hojas de un libro abierto. Luego recorra con delicadeza la mano desde el costado, a la altura de su cintura, cruzando las manos para llegar al hombro contrario. Continue el movimiento alternando en ambas direcciones. “Primero una mano y luego la otra, como si fueran olas de mar”, detalla Leboyer.
Este movimiento trabaja sobre el sistema respiratorio y evita que se acumulen secreciones en las vías respiratorias del lactante.
Gire al bebé sobre un costado y con su mano izquierda tome delicadamente la mano del niño para extender su bracito. Con la mano derecha forme una pequeña pulsera que desde su hombro deslizara a lo largo del brazo del niño. Al llegar a la muñeca cambie de mano, continúe el movimiento con su mano izquierda.
Es importante demorarse un poco más a la altura de las muñecas y luego, “en la mano masajear con los pulgares la palma y luego los dedos del bebé, como si se buscara hacer fluir la sangre”, detalla Leboyer.
Al igual que en las extremidades inferiores, estos movimientos favorecen la circulación de la sangre y fomentan el crecimiento óseo.
El masaje en la zona estomacal es uno de los pasos más importantes, ya que aplicarlo favorece la digestión y la eliminación de gases.
Leboyer explica que se debe partir por la zona del pecho, descendiendo con suavidad por su cuerpo, como si se quisiera vaciar el vientre del pequeño, como si fueran olas de mar. Luego se realiza el mismo movimiento, pero con las piernas del bebé estiradas y verticales.
Al igual que los brazos, se masajean formando una especie de pulseras con las manos que rodean el muslo y suben a lo largo de la pierna del bebé. También se debe tomar más tiempo en el tobillo y el talón, que son regiones esenciales.
Finalmente se llega a la planta del pie, que se masajea con los pulgares, primero; y luego, con toda la palma de la mano, desde el talón hacia los dedos.
Abordar la espalda del bebé es la parte esencial del masaje para bebés Shantala. Para hacerlo, coloque al bebé boca abajo, en forma transversal a las piernas de usted. Con las manos juntas, como estirando una masa con un rodillo o uslero. Sisis manos deben trabajar planas; hacia arriba y abajo, realizando un movimiento de vaivén, con suavidad y lentitud, recorriendo transversalmente toda la espalda.
Luego, se trabaja con una sola mano, a lo largo de toda la espalda, subiendo y bajando. Para finalizar se juntan ambas manos, a la altura de las nalgas del bebé, lo que en palabras de Leboyer representa el aspecto estático de la energía, en oposición a su aspecto dinámico.
La ultimas parte del masaje incluye la cara, que lo explicaremos en detalle en un futuro artículo. Este masaje de rostro ayuda a los dolores de dentición y a la posible congestión nasal o de oídos. También existen algunos ejercicios de yoga para bebés que favorecen la elongación y alinean la columna vertebral.
Finalmente se recomienda finalizar el masaje para bebés con un baño. “No se trata sólo de limpieza, sino que de su bienestar y de ayudarle a liberar tensiones. Para relajarlo, se puede hacer flotar al bebé. Pero sosteniéndolo firme por la nuca y el cuerpo con la muñeca izquierda.
Fuente: Guioteca
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