No es necesario que haga mucho frío para que los padres, principalmente los primerizos, decidan abrigar al bebé recién nacido con colchas y mantas. En especial a la hora de dormir.
Sin embargo, lo que no imaginan es que esto es un riesgo para el bebé. Según los datos de la Academia Americana de Pediatría (AAP), esto aumenta el riesgo de sofocamiento. Los bebés se mueven bastante de noche y pueden enredarse o quedar con la cara cubierta por las mantas que están en la cuna. Además, abrigar al bebé demasiado a la hora de dormir, puede desregular su temperatura corporal. De este modo aumenta el riesgo de que sufra muerte súbita.
1. Hasta el año de edad, el bebé debe dormir en la misma pieza que sus padres, pero no en la misma cama.
2. Evita las camas demasiado blandas y abrigarlo de más. La superficie de la cuna debe ser plana y no contener objetos que hagan que el bebé pase calor.
3. No pongas nada en la cuna mientras el bebé esté dormido. No uses sábanas largas, almohadas, peluches o juguetes que puedan distraerlo y presentar un riesgo de asfixia.
Fuente: VIX
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