Los calambres en el embarazo son frecuentes, específicamente en las piernas, sobre todo cuando estas acostada y durante la noche. Por lo general, aparecen a partir del segundo trimestre y pueden resultar realmente dolorosos e incómodos, ya que pueden llegar a despertarte por la noche. Se estima que los calambres en las piernas afectan de un 30 a un 50% de las mujeres embarazadas.
Los calambres provocan contracciones involuntarias en los músculos que pueden causar un dolor intenso. A pesar de que se desconoce la causa exacta, pueden estar relacionados con algunos cambios que se dan en la mujer durante el embarazo.
Según la web «Netmoms», la razón de por qué los calambres aparecen sobre todo durante la noche, es porque cuando se está relajada el retorno venoso es más lento y esto favorece la aparición de las contracciones musculares.
Según Franciso Zorrilla, en su web «Consulta tu ginecólogo», hay algunos factores que favorecen la aparición de los calambres en el embarazo.
-El aumento del volumen del útero y comprensión de los nervios que van hacia las extremidades inferiores.
-Desequilibrio en la cantidad de iones en tu organismo: falta de calcio y potasio.
-Edemas y retención de líquidos en las piernas.
-Vida más sedentaria durante el embarazo.
-Cambios en la circulación sanguínea.
Hay ciertas medidas que puedes tomar para prevenir los calambres en el embarazo. Intenta ser constante con ellas y no solo acordarte cuando la noche anterior te hayas despertado con un dolor horrible en tu pantorrilla. Además, muchas de ellas también ayudarán a aliviar otros síntomas del embarazo.
Los ejercicios de estiramiento de las piernas, conocidos como ejercicios de elongación, pueden ayudar a mejorar los calambres.
Pueden realizarse antes de ir a la cama. Se deben estirar bien los músculos de las pantorrillas. Para ello, puedes sentarte con las piernas estiradas y estirar la pantorrilla tirando de la punta del pie hacia el cuerpo.
Se debe evitar estar mucho tiempo de pie o sentada, es importante levantarse cada hora y dar pequeños paseos de al menos 5 minutos para mejorar la circulación sanguínea. Además, siempre que se pueda poner los pies en alto y se debe evitar cruzar las piernas cuando estas sentada.
La falta de hidratación puede empeorar no sólo los calambres, sino otros síntomas del embarazo. Para mantenerse hidratada debe beber al menos 8 vasos de agua día.
Una forma de saber si está tomando suficiente agua, es el color de su orina, si esta es de color amarillo oscuro, debes tomar más agua.
El ejercicio físico puede ayudar a combatir los calambres.
Debes consultar con tú medico, pero por lo general, la mayoría de las embarazadas pueden realizar caminatas diarias que ayudan a evitar los incómodos calambres y además, te mantienen en forma.
El yoga y el pilates también son ejercicios recomendados en el embarazo.
Además, durante el día también puedes hacer ejercicios sencillos siempre que puedas. Como hacer movimientos circulares con los pies o flexionar las rodillas (primero una pierna y luego la otra).
Los masajes ayudan a mejorar la circulación y pueden prevenir los calambres durante la noche. Para ello, debes masajear las piernas con movimientos circulares suaves antes de ir a la cama y puedes usar aceites esenciales, como manzanilla o lavanda.
Se ha comprobado que una deficiencia de magnesio empeora los calambres en las piernas. De manera que llevar una dieta rica en magnesio puede ayudar a prevenir los calambres.
También es fundamental incluir en la dieta diaria productos ricos en calcio, como yogures, leche o queso, para ayudar a prevenir los calambres.
Otro remedio que puede funcionar es tomar agua tónica, que contiene quinina. Este componente se ha relacionado con la disminución de los calambres y puede ayudarte si tomas un vaso al día.
-Usar un calzado cómodo, sin tacón, pero tampoco plano del todo. De esta manera se reduce la tensión en las piernas evitando los calambres.
-Las duchas de agua fría activan la circulación sanguínea y esto ayudará a disminuir los calambres.
-A la hora de acostarte hazlo sobre el lado izquierdo del cuerpo para mejorar la circulación hacia y desde las piernas. De esta manera se evita la presión sobre la vena cava, que se encuentra en el lado derecho del cuerpo y es la encargada de llevar la sangre desde las piernas hasta el corazón.
Los calambres pueden tener distinto grado de intensidad.
Si se trata de un calambre fuerte, estira la pierna tirando de la punta del pie hacia arriba y mantén esa posición durante un par de minutos. Luego masajea la pantorrilla con las manos (este ejercicio también puedes hacerlo antes de acostarte para prevenir el calambre).
Es posible que resulte doloroso, pero luego el músculo se relaja y dejará de doler.
Cuando el calambre solo se produce en el pie, estira el dedo gordo del pie hacia tu cuerpo. En el caso de que no puedas hacerlo sola, pide a alguien que te ayude.
Fuente: Maternidad Fácil
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